Más allá de construir riqueza y seguridad financiera, estudios recientes han demostrado:

La vivienda fortalece los vecindarios. Dado que la calidad del vecindario puede afectar al valor de las viviendas, los propietarios tienen un incentivo financiero para trabajar en la mejora del vecindario y evitar comportamientos que puedan reducir el atractivo de la comunidad.

La propiedad de la vivienda aumenta la estabilidad residencial, lo que a su vez está relacionado con mejores resultados para los niños. La investigación extensa ha documentado una asociación fuerte entre los movimientos frecuentes y el desarrollo pobre del niño y el logro educativo.

La vivienda predice resultados positivos para los niños. Este resultado se aplica tanto a la probabilidad de que los niños permanezcan en la escuela como a la de que las niñas no tengan hijos en la adolescencia.

La vivienda tiende a tener un impacto más fuerte en los niños de bajos ingresos que los niños de hogares más acomodados.

Las experiencias positivas de vivienda resultan en:

  • mayor participación en actividades sociales y políticas
  • mejora de la salud psicológica
  • evaluaciones positivas de vecindario y
  • terminación de la escuela secundaria y de la escuela post-secundaria